Los girasoles son una de las flores más populares en todo el mundo y no es difícil entender por qué. Con su característico color amarillo brillante y su gran tamaño, son una opción ideal para decorar cualquier espacio y sumar un toque de luz y belleza. En este artículo, te enseñaremos cómo preparar una hermosa mesa con girasoles frescos, para que puedas sorprender a tus invitados y disfrutar de una velada inolvidable.
Antes de empezar a decorar la mesa, es importante elegir una que sea acorde al estilo de la celebración y al número de invitados. Si se trata de una cena formal, es mejor optar por una mesa rectangular con capacidad para al menos ocho personas. Si, en cambio, se trata de una cena más informal o un almuerzo, una mesa redonda de tamaño medio puede ser suficiente. El siguiente paso es elegir el mantel, que debe ser de un tono neutro que no compita con los girasoles, como el blanco, beige o gris claro.
El centro de mesa con girasoles es sin duda el protagonista de esta decoración. Para crearlo, necesitarás un jarrón de cristal o cerámica de tamaño mediano o grande, según la cantidad de girasoles que quieras utilizar. Los girasoles suelen venir en ramilletes de varias unidades, así que deberás organizarlos según el tamaño del jarrón y el estilo que quieras darle.
Para darle un toque extra de elegancia, puedes añadir a la composición algunas ramas verdes de eucalipto o de alguna otra planta parecida. Las ramas pueden ir agrupadas en un lateral del jarrón, como si imitaran un ramo suelto, o puedes sujetarlas junto a los girasoles con una cinta fina de satén del mismo tono que el mantel.
Una vez que tienes el centro de mesa con girasoles listo, es momento de añadir algunos detalles más para complementar la decoración. Una idea original y sencilla es crear un pequeño arreglo floral alrededor del jarrón, con pequeñas flores silvestres o margaritas en tonos blancos o amarillos. Puedes colocar estas flores directamente en el mantel o utilizar un pequeño ramo en cada servilletero, para que la decoración esté presente en toda la mesa.
En la decoración de una mesa, los pequeños detalles también cuentan. Por eso, es importante no dejar a un lado los portacubiertos, las copas y los detalles de mesa. Para este tipo de decoración, se recomienda elegir portacubiertos de tela en tonos claros, como el blanco o el beige, que combinen con el mantel. También es importante elegir cubiertos y copas de cristal transparente, para que la luz se refleje y contribuya a la sensación de orden en la mesa.
La decoración de platos también puede sumar un toque extra a la mesa. Una idea innovadora puede ser la de colocar cada plato sobre un salvamanteles de yute o de otro material rústico, adornado con un pequeño ramillete de girasoles y flores en tonos amarillos y blancos. Para tener una decoración perfecta, puedes coordinar los tonos de los platos con los arreglos florales de la mesa, para crear un conjunto armonioso y estilizado.
Como puedes ver, la decoración de una mesa con girasoles frescos es una excelente manera de sorprender a tus invitados en cualquier celebración. Con un poco de imaginación y una selección adecuada de elementos, puedes lograr un efecto elegante y sofisticado que sumará un toque de luz y color a tu evento.